Conseguir un cliente es como enamorar a una persona. Primero tienes que hacer que se interese en ti, después debes conocerlo para saber cómo cautivarlo y una vez que logras conquistarlo, entonces inicias esa relación que tanto esperas: fidelizar su consumo. El reto es convertir a tus clientes potenciales (prospectos) en clientes reales (consumidores), y retener a los que ya tienes, pero necesitas que conozcan tu marca, que sepan lo que vendes y conectar con ellos.
Fuente: Franck Velázquez www.entrepreneur.com
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